Morbos y fetiches

Siempre se ha dicho que en cuanto a gustos no hay nada escrito y en lo que se refiere a sexo mucho menos. La clave de la sexualidad en muchas ocasiones, más allá del mero movimiento físico, tiene que ver con la mente y con cómo jugamos con nuestras fantasías. No hay mejor afrodisíaco que la imaginación.

Como ya sabrán, el sexo no viene preestablecido. No hay cosas que nos exciten a todxs por igual. Hay una gama, si: insinuaciones sexuales, roces, actos eróticos o el sexo en sí. Pero también puede ser divertido salir de la zona de confort y de esos conceptos básicos, dejar de lado lo conocido y probar cosas nuevas: por eso hoy vamos a hablar de morbos y fetiches.

El morbo es una tendencia que todas las personas tenemos en mayor o menor medida. Es una característica que nos hace provocar deseos de ver, oír, oler, sentir o hacer las cosas socialmente catalogadas como prohibidas o malas. 

En el ámbito sexual, es la tendencia a sentir excitación por el «sexo prohibido»: el miedo a que nos encuentren, la tensión de que nos descubran, el saber que hacemos algo fuera de lo aceptado -como el sexo en un funeral, en un recital, o en el baño de un avión; que también puede ser con golpes, con palabras sucias, con personas viendo…

Es decir, se aparta del típico sexo romántico -lo socialmente establecido o «normalizado» del buen sexo vainilla, como diría Christian Grey. – 

Pero saliendo de ese estereotipo que tanto prejuicio nos ha marcado, el morbo no tiene nada de malo! (En tanto no deje de lado el consentimiento, claro 😉 ). 

El fetichismo es cuando te excitas con un objeto o parte del cuerpo. Pueden ser los pies, los pechos, tirar del pelo; así como también los juguetes sexuales (ojo con esto! No son exclusivamente fetiches ni mucho menos, pero pueden serlo, al igual que un kink o un morbo). También pueden ser elementos como ropa interior, el cuero, o hasta comida! De ahí sale el término «juego fetiche» y a no confundirse! -tener relaciones jugando única y especialmente con un objeto no es igual a ser un fetichista, ni ser fetichista implica una enfermedad!- deconstruyámonos please! Salir del molde no está mal! 

Kink es una muy buena palabra, lo llaman «el futuro del sexo vainilla» -y me parece genial. 

¿Qué es? Digamos que es usar un deseo de hada madrina para el sexo. Es como un fetiche, pero no se basa sólo en el juguete/objeto, sino que es mucho más abierto y ligado a las fantasías. 

¿Cuál es tu fantasía? ¿Te excitan los juegos de rol, querés probar los azotes, BDSM? Si sale de convencional pero no es necesario para el orgasmo de ninguno de los participantes aunque les resulte divertido, felicidades! Es un kink.  

Claro que los términos pueden cruzarse! Un morbo no es necesariamente un kink, ni este tampoco es un fetiche; un fetiche puede combinarse con un morbo, y un morbo puede volverse un kink! Hay muchas posibilidades, muchas maneras de identificar nuestros gustos y deseos! Puede que te guste el sexo con zapatos altos y el bondage pero que no lo necesites para alcanzar el orgasmo -en ese caso es un kink, pero también es morboso, y puede ser un juego fetiche si se enfoca solamente en eso. 

En Club Silencio tenemos todo lo que necesitas (o deseas), y el mejor oído del universo para escuchar y guiarte en el maravilloso mundo de la experimentación erótica… 😉

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