Dicen que es cosa de adolescentes, pero en realidad ahí sólo está el comienzo: los sueños húmedos los puede experimentar cualquiera, hasta el grupo de monjas que vive en el convento de tu cuadra. Pueden parecer raros, incómodos, confusos; incluso puede que te sientas culpable tanto por sus rastros físicos como por el recuerdo, pero ¡Alto ahí! No indica ninguna enfermedad mental -es un proceso del cuerpo, inevitable (en serio) y sano, y no es tampoco un «signo de necesidad».
Así que sí: soñar con Ricky Martin (O insertá a tu protagonista recurrente) es totalmente natural.
Ahora, Por qué los tenemos?
Soñar es la manera en la que el cerebro ordena los pensamientos; retiene los importantes y los «meh», que tira a un tacho llamado subconsciente, que se llena de cualquier cosa en la que ni siquiera pensamos intencionadamente, pero que igual están conectados con cosas que sí.
Tal vez pensaste en comerte un pancho y en la fase más profunda de tu sueño, tu cerebro dijo ¡Ey! Y si tenemos un roce erótico ficticio con el chico del delivery que nos trajo la comida la otra vez? Y qué tal si lo cruzamos con una propaganda de lavandina… por qué no? – Puede ser tan loco como salga, y seguir siendo erótico, la etiqueta va si te excitaste durante el sueño, así sólo hayas soñado con que te regalaban libros -que puede pasar-.
De dónde saca el cerebro lo «erótico» para meterlo al sueño? De las respuestas físicas de tu cuerpo. De noche, y en determinadas posiciones (aunque todas le sirven), aumenta la circulación de sangre y ésta llega a todos lados en el cuerpo en mayor cantidad, especialmente, a los genitales, que ¡Oh! Se llenan de sangre cuando se excitan -por eso es normal que muchxs se despierten con una erección en la mañana, hayan tenido sueños húmedos o no-. Entonces tu cerebro -que sigue activo mientras dormís- se para y dice: Estamos excitados? Va a haber sexo? Cómo vamos a hacer? Y como dormido el control y la ansiedad son nulos, la estimulación es mucho más profunda, y ahí es donde tu subconsciente es libre para fantasear: boom; sueño con la primera persona/cosa que agarró de su tacho.
Y pueden tener lógica, puede que sea con nuestra pareja, puede que sea con alguien que nos gustó cinco segundos en una cola del super con barbijo y todo; como puede que sea alguien o algo que en la vida real, no nos calienta ni ahí. o nos parecería más que extraño estar estimulándonos así.
Y no, mi querido lector, no es infidelidad soñar con otrx cuando justamente, no controlamos lo que soñamos. Ni es un mensaje del más allá que te dice que largues todo y te vayas con el/la farmacéuticx con cara de pocxs amigxs que tardó dos horas en atenderte el lunes a la mañana. (A menos que creas en esas cosas, claro, no juzgamos).
Así como podemos excitarnos realmente mientras dormimos, también somos capaces de -seguramente ya sabrás- tener orgasmos. La mayoría no lo recuerda y se despiertan, como dije antes, mojadxs, con semen en las sábanas o sintiéndose pesadxs como después de acabar; a veces es placentero y podés acordarte de todo el sueño como si hubiera pasado realmente, y otras el despertar es como amanecer con resaca… y a lavar sábanas sin saber qué treta te puso tu cerebro para que te haga hacer eso en tu debilidad.
Tuviste sueños húmedos? Cómo fueron? Contanos!
En Club Silencio nos encanta que se sueñe alto 😉 Besos!